Armando una bicicleta viajera
Vamos por partes. ¿Cómo armar una bicicleta viajera? El 1, 2, 3, para no morir en el intento.
Lo más cómodo es comprar una bicicleta para viajes. Las hay desde los 600 y 900 dólares estadunidenses (10 mil o 15 mil pesos $MXN) hasta los 6 mil o más de 9 mil dólares $USD. Además de seguras y con los últimos avances de ingeniería, las bicicletas de fábrica o marca te ofrecen la garantía de darle la vuelta al mundo sin contratiempos. Y ese será nuestro objetivo para armar nuestra bicicleta viajera.
Actualmente estoy experimentando con dos bicicletas. Una que estaba abandonada en un garaje desde hace más de 10 años, de la marca Royce Union, fundada en 1904 (no confudir con la marca holandesa Union), y otra que armé con un cuadro de la legendaria marca mexicana de bicicletas, Mercurio. Ambas, con suspensión en las dos ruedas. Hasta ahora he realizado varios viajes cortos en ellas, de no más de 60 kilómetros para saber con cuál me siento más cómodo. Los pedales se vuelven una extensión y nuestras piernas se transforman en máquinas unidas a las dos llantas.
La color piolín enojado es la Royce Unión, de marca, sin cambio alguno. La otra es una ciclo Frankestein hecha con un resistente cuadro de la legendaria marca mexicana Mercurio. Ambas con mecanismos Shimano, para frenos y cambios. Ambas, con llantas de nylon.
Finalmente me he decidido por la Royce Union, con la cual me siento más seguro con cargas de 20 y 30 kilos. Le cambiaré llantas, rodaje, pedales, para comenzar mi primera ruta de poco más de 600 kilómetros de la Ciudad de México a Zacatecas.